“Escribo porque se me da la gana. Porque soy molesto. Porque es más sano y fácil que gritar; y se llega a más gente. Por eso escribo (...) Escribo todo el día en cualquier papel, a toda hora, mientras ceno, mientras desayuno, escribo, mezclo las palabras para ver qué sale, qué pasa si me lo digo, si me tiro ideas.”
Luciano escribe, dibuja y pinta, se entretiene con el tiempo, juega con el arte, pero no por una cuestión de “ganas” ni solo porque es “molesto”. A él le preocupan las personas, y con ellas, la justicia social es divina. Un ser, para existir, además de comer, necesita educarse y disfrutar. En La Clandestina se grita por eso, se reclama por una canasta básica que incluya humor, poesía, pan, y una cerveza a elección, porque la inclusión, en parte también debería ser eso…
La Clandestina, premonitoria y memoriosa de los avatares políticos. En esta entrega, la revista mutó a libro. No se reúne lo mejor porque doce años es mucho tiempo, pero sí se replica esa militancia artística, sarcástica o tierna, según las necesidades. 
 
Autor: Luciano Bevacqua, Pergamino, Bs As, 1982. Narrador, poeta y dibujante. Podés saber más sobre él escribiéndole de manera clandestina a: 
luchobevacqua1982@hotmail.com
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